sábado, 9 de octubre de 2010

Una mirada en el espejo


Al fin de una etapa,o cada mañana,cada uno de nosotros nos miramos al espejo.Algunos con miedo a encontrarnos algo que no queríamos o que no entraba en nuestros planes que acabáramos así.Y esto no lo digo en un aspecto físico,sino en un aspecto psicológico que depende totalmente de cómo tengamos la cabeza amueblada.

Ya sé que la mayoría de nosotros no ha acabado como uno se lo imaginaba,pero es el conformismo el que nos hace olvidar estos pensamientos o deseos pasados.Pero bien es cierto que estos deseos nunca se olvidan,en parte por el conformismo,esto se queda grabado en nuestra cabeza,aunque en algunos de una manera más extensa que llegan a obsesionarse con ello,y otros a querer seguir viviendo la vida tal y como el destino ha querido que sea.

Cuando ya llegas a una etapa de tu vida,en la que te has dado cuenta de que el destino realmente existe,y él ha querido que tuvieras ese hijo,ese trabajo que tu padre te inculcó,esa casa a las afueras de la ciudad...todo eso te hace pensar que si hubieras cogido en cualquier momento otro camino,no hubieras acabado así.
Y desde ese momento,te dejas llevar donde la vida te lleve,sin querer cambiar tu futuro,y sabiendo que esto al fin y al cabo terminará bien,o eso soñamos todos...

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